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Domingo 11 de noviembre de 2018, Ciudad de México. Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) desplegaron actos de protesta frente algunas de las sedes de aplicación de la evaluación del desempeño para docentes en servicio para el ciclo escolar 2018-2019 que concluirá el próximo 25 de noviembre.
En la capital del país decenas de educadores inconformes se movilizaron a distintos puntos para llamar a sus compañeros a no participar en la examinación y realizar clausuras simbólicas de los inmuebles.
A diferencia de otros años, el número de educadores que acudió a las sedes de aplicación fue reducido. “Ya no se vieron las largas filas de compañeros que acudían a evaluarse, más por temor a las consecuencias de resistir y no participar, que por los supuestos efectos positivos que pregonaban las autoridades educativas”, aseguró Enrique Enríquez Ibarra, secretario general de la sección 9 de Ciudad de México, quien reiteró que la coordinadora mantendrá sus acciones de resistencia contra la reforma educativa y por su abrogación.
Con megáfono, carteles y consignas, profesores y trabajadores de las secciones 9, 10 y 11 de Ciudad de México se apostaron frente a las sedes donde colocaron letreros de “Clausurado” y “Abrogación”. Decenas portaron carteles con leyendas como: “Por dignidad, no a la evaluación”, “No habrá sanción para quien no presente la evaluación. Si decides no hacer el examen no pasará nada” y “Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.
Ricardo Flores, sustentante convocado desde junio pasado y maestro normalista de educación secundaria, aseguró que “vine por responsabilidad, pero sin ningún convencimiento de que esto sirva para algo”. Recordó que en años anteriores participó en una evaluación para la promoción con la que consiguió su ascenso como subdirector, “pero la plaza nunca me fue asignada. Sufrí la presión de mis directivos, dediqué mi tiempo libre a capacitarme para el examen y cumplí con todo lo que me pidieron para que al final te quedes sin plaza y sin nada”.
Maestras de primaria que acudieron a la secundaria técnica 31 Ingeniero Roberto Medellín Ostos, en la colonia Nueva Industrial Vallejo, una de las sedes de aplicación, señalaron: “Ya no nos sentimos tan nerviosas porque sabemos que la reforma educativa va para abajo, pero fue algo que no se debía haber hecho”.
Una de ellas afirmó que ingresó al magisterio con un examen, “no compramos la plaza y después de 28 años de servicio quieren decirnos que somos incapaces como maestros; yo les diría que los incapaces son ellos, quienes aprueban los mecanismos con los que nos asignaron las plazas”.
Otros sustentantes reconocieron que fue “el miedo a perder nuestro empleo o la jubilación lo que nos hizo estar aquí, pero como maestros estamos muy decepcionados de todo el mecanismo que se nos impuso, incluso a costa de nuestro deterioro físico y emocional”. Aseguraron que “lo único que nos da un poco de tranquilidad es que a partir del primero de diciembre se anuncia otra etapa para el magisterio”.
Hasta el cierre de esta edición, la Secretaría de Educación Pública no había dado a conocer el número sustentantes que han acudido a presentar la prueba estandarizada a escala nacional y por estado. Sin embargo, de acuerdo con las cifras que dio a conocer en octubre pasado, tenía previsto evaluar a 187 mil 950 profesores y directivos de educación básica y 27 mil 734 de educación media superior.
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