La verdadera historia de Elon Musk



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DF entrevistó al youtuber que desplazó a los habituales analistas de Wall Street en la última conferencia de resultados de Tesla, que tenían aburrido a Elon Musk. Sorprendiendo a todos, Galileo Rusell conversó durante más de media hora con el CEO de la automotora y ahora analiza el fenómeno Musk junto a nosotros.

A comienzos de mayo, Elon Musk llegó a la conferencia de resultados de Tesla. El mayor fabricante de autos eléctricos del mundo había registrado las peores pérdidas de su historia. Y en apenas tres meses había quemado US$ 1.000 millones en gasto de efectivo. Era la tercera vez que eso ocurría en un solo año.

El ambiente era tenso. Musk llegaba precedido de polémicas y se veía agotado. Los analistas se lanzaron en picada, abordando hasta el más mínimo problema en la línea de producción. El CEO que nacido en Sudáfrica se notaba molesto. “¡Estas preguntas son tan áridas! Me están matando”, reclamó.

De pronto hizo algo inesperado. “Pasemos a Youtube”, dijo, tomando el control de la conferencia, y dándole la palabra a un joven desconocido, sin ninguna experiencia en Wall Street y con unos pocos miles de seguidores en la plataforma de videos.

El giro cayó mal en la élite financiera, que sintió el desaire, y al día siguiente se desquitó denunciando que la actitud errática del CEO representaba un riesgo, lo que provocó un derrumbe de la acción.

Elon Musk se ha convertido en un fenómeno global, no solo porque sus empresas están al frente de la transformación digital, sino porque su visión del futuro ha logrado encarnar el espíritu de la nueva economía. Y su propia actitud, menos interesado en las ganancias que en desatar una revolución, lo ha convertido en un héroe para millones de fanáticos en todo el planeta (ver recuadro).

Sin embargo, su estilo está generando crecientes tensiones con sectores más tradicionales de Wall Street y una parte de los accionistas. El quiebre en la conferencia  no ha sido la única polémica, ni tampoco la peor, pero fue un buen ejemplo de los efectos que están provocando en el sector financiero las fuerzas disruptivas que Musk representa.

Galileo Russell fue un testigo privilegiado del episodio. Fue a él a quien Musk dio la palabra cuando se aburrió de los analistas, y con él estuvo hablando durante la siguiente media hora. El joven de 25 años no pertenecía a ese grupo. Sin un MBA ni formación financiera tradicional, tiene sin embargo una verdadera pasión por las inversiones, en las que se inició a los catorce años. Después de lanzar una campaña en las redes sociales consiguió apoyo de 150 accionistas para entrar a la conferencia. Todavía sorprendido por las repercusiones, aceptó hablar con Diario Financiero sobre su conversación con Musk, su larga admiración por el empresario, y sus razones para apostar por Tesla.

– ¿Qué piensas del papel que está jugando Elon Musk en el debate actual?

– Elon es único y Tesla también lo es, porque es una compañía que se mueve por una misión, que es acelerar la transición a las energías y el transporte sostenibles. No está solo motivada por ganar dinero. Eso hace a Tesla una marca tan poderosa. Ninguna otra automotora tiene eso.

– Aunque hay críticas a su gestión, nadie discute su talento para crear empresas valorizadas en miles de millones. ¿Cómo lo logra?

– Hay tres claves. La primera es que él piensa todo en términos de principios básicos de física. Es un marco muy diferente y esa ventaja le ha permitido construir empresas desde una base de adelantos tecnológicos. En segundo lugar, trabaja 100 horas a la semana, duerme en la fábrica, hace lo que sea necesario para conseguir lo que quiere. Tiene el empuje y la determinación. Y lo tercero, que es lo más subestimado, es que tiene la creatividad de un artista, como Leonardo Da Vinci. Nunca he visto esa combinación de física, creatividad y trabajo duro en una sola persona y creo que eso es lo que lo hace tan especial.

– Musk dijo hace poco que éste ha sido el peor año de su carrera. Duerme en una oficina junto a la línea de producción. Hay preocupación por su salud. ¿Crees que es un riesgo?

– Es una locura, pero creo que así es como él opera. Cuando fundó su primera compañía Zip2, pasaba la noche en un saco de dormir en la oficina. No sé si es lo mejor para su salud. Puede que haya un punto de quiebre en algún momento, pero así es como él tiene que trabajar. Se presiona hasta colapsar, luego se obliga a tomar dos días de descanso, y después regresa. Así es como ha sido siempre y como siempre será.

– Hay un gran sector en Wall Street que está haciendo ventas cortas apostando a que Tesla va a caer.

– No sé cómo alguien puede dormir por la noche apostando en contra del único tipo que nunca duerme. Si hay alguna persona contra la que nunca apostaría es Elon Musk. La gente ama sus Tesla, es una compañía con un producto increíble, con un CEO que tiene un largo registro de éxitos contra todas las probabilidades. ¿Por qué alguien apostaría contra eso? Tesla tiene una masiva posición en contra. Cuando su acción estaba a US$ 30, tuvo lo que se conoce como un short squeeze, y muchos de los que estaban apostando en contra perdieron cientos de millones cuando la acción saltó a US$ 200. Creo que ese patrón se va a repetir.

– ¿Por qué hay tanta gente en posiciones cortas?

– He hablado con muchos de los que están apostando contra Tesla, algunos de los más inteligentes y que tienen más capital en juego, y tienen buenas razones. Han pensado mucho en los problemas del modelo de negocio. Las apuestas en contra son una parte válida del mercado. Ellos están apostando a que la acción va a caer, yo a que va a subir. Es justo. Al final del día, yo sé dónde están puestas mis fichas.

– ¿Hay una campaña contra la firma?

– Hay una teoría de la conspiración de que los que están apostando en contra tratan de esparcir noticias negativas, y que eso está perjudicando a la compañía. Yo no sé si lo creo, pero pienso que Elon sí lo cree y por eso quería sacar a Tesla de bolsa.

– Se han escrito reportes sobre su salud mental, de que tuiteó una cita de Tierra Baldía, un poema bastante lúgubre de Eliot, y bromeó sobre mezclar pastillas para dormir y alcohol…

– La mayor preocupación es que algo le ocurra a Elon y no pueda manejar sus compañías, así que espero que su salud mental siga bien. Pienso que está bien, solo está cansado. Se exagera mucho y esos artículos buscaban dar esa imagen, pero ese mismo día dio una entrevista a un canal en Internet donde se ve un poco cansado, pero calmado, racional. Quizás tome pastillas para dormir. Me parece algo normal. Millones de personas lo hacen. Es por eso que quería sacar a la compañía de la bolsa. Está cansado de que la gente no se enfoque en la verdadera historia.

– ¿Y cuál es la verdadera historia de Musk?

– Que el mundo está cambiando, que sus autos están destrozando a todos los demás en ventas en EEUU, y que ese plan maestro que se propuso hace doce años, que nadie pensó que iba a pasar, ahora está pasando. Está liderando la compañía más revolucionaria, y llevándola adelante con el producto más complejo que se pueda imaginar, y está teniendo éxito. Eso no suena como un CEO con problemas de salud mental, suena como un CEO que la está rompiendo.

2004
Febrero
Elon Musk, emblema de la nueva economía

Nos preguntamos por qué Elon Musk se ha convertido en un fenómeno global. Y la respuesta es que sus empresas están al frente de la revolución digital que está transformando al mundo. Su visión del futuro encarna mejor que la mayoría el espíritu de la nueva economía. Esta actitud de Musk, menos interesado en las ganancias que en innovar, lo ha convertido en un héroe para millones en todo el mundo. Y Chile no es la excepción. En abril de este año subimos al sitio web de DF un artículo sobre los planes de un distribuidor local para importar automóviles Tesla. La nota es la quinta más leída en lo que va del año.
El particular estilo de Musk está generando tensiones con el sector más tradicional de Wall Street. Los autos eléctricos de Tesla -empresa a la que ingresó en febrero de 2004-, que hace sólo diez años parecían una apuesta absurda, tomaron por asalto a las automotrices tradicionales. Sus “gigafábricas” están cambiando todo lo conocido en modelos y escalas de producción. Su división Solarcity está poniendo de cabezas a la industria eléctrica. Con sus tejas solares y medidores inteligentes ha convertido a los hogares en proveedores de las grandes empresas y sus centrales de acumulación prometen resolver los problemas de generación y distribución. The Boring Company, con su red de sofisticados túneles, podría provocar la mayor transformación en la infraestructura de las ciudades en el último siglo. Y SpaceX, cuyo objetivo es colonizar Marte, puso la carrera espacial en manos de los privados. Hyperloop, su proyecto personal, busca crear un nuevo medio de transporte, inmune al clima y accidentes, que podría unir Beijing y Los Angeles en un par de horas. Antes ya había saboreado el éxito con la creación y venta de PayPal.

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