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Parece que los consumidores ya se cansaron del iPhone, aunque al mismo tiempo están pagando mucho más por comprar uno.
Apple dijo este jueves que no vendió tantas unidades de iPhone como esperaban los analistas, y pronosticó que sus ingresos se ralentizarán en el trimestre que termina en diciembre. La gigante de Cupertino también dijo que ya no dará los detalles de ventas de unidades de sus principales productos, un cambio de una estrategia que implementó desde que introdujo sus primeros productos.
Las acciones de Apple cayeron un 4 por ciento tras el reporte de resultados y luego cayeron más de 7 por ciento durante la llamada con los analistas cuando Apple dijo que cambiaría la estructura de sus informes.
Apple dijo que vendió 46.9 millones de unidades de iPhone en su cuarto trimestre fiscal, que terminó el 29 de septiembre y que es casi el mismo número que las 46.7 millones de unidades que vendió en el mismo periodo del año pasado. Los analistas esperaban que Apple vendiera 47.6 millones de iPhone, según el analista de la firma Bernstein, Toni Sacconaghi.
Pero a pesar de que la venta de unidades se mantuvo casi igual, el ingreso relacionado a los celulares insignia de la empresa creció un 29 por ciento a US$37,200 millones debido a que los consumidores pagaron desde US$999 por el nuevo iPhone XS y desde US$1,099 por el nuevo iPhone XS Max. El promedio de precio de cada unidad de iPhone creció a US$793, de US$618 hace un año.
En el periodo, Apple tuvo ingresos totales de US$62,900 millones, un alza del 20 por ciento con respecto a 2017. De esos, US$10,000 millones vinieron del rubro de los servicios, lo cual representa un récord, según la empresa. Un 61 por ciento de las ventas de Apple en el trimestre fueron fuera de Estados Unidos.
Las ganancias netas en el periodo fueron de US$14,125 millones, comparado a US$10,714 millones hace un año.
Con la colaboración de Gabriel Sama.
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