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según news.com.au, El rugbier aceptó en 2010 el desafío de comer el molusco en una reunión con amigos para su cumpleaños. La babosa llevaba el parásito Angiostrongylus cantonensis, mejor conocido como el "gusano pulmón de rata", que causó una infección cerebral grave.
Unos días después de la fiesta, Sam comenzó a experimentar dolor severo en las piernas, consultó a un médico y le diagnosticaron "Meningoencefalitis eosinofílica". La enfermedad causa un aumento en la cantidad de células eosinofílicas en el cerebro y en el líquido cefalorraquídeo, lo que puede causar un daño severo al sistema nervioso, resultando en parálisis o incluso en la muerte.
Ballard estuvo en coma durante 420 días y quedó paralizado del cuello después de abandonar el hospital tres años después. Aunque recuperó algo de movilidad, el caso del joven fue recogido por los medios de comunicación a principios de 2018 cuando supo que el Seguro Nacional de Discapacidad de Australia Había reducido el dinero gastado en su cuidado.
Finalmente, después de ocho años de sufrimiento, Sam murió rodeado de familiares y amigos. Sus últimas palabras, dedicadas a su madre, fueron: "Me gustas".
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