El acuerdo que ni Juárez tuvo 2018/07/16



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16 de julio de 2018

La visita de Mike Pompeo Secretario de Estado del Gobierno de Donald Trump Aunque fue formal, este fue el momento más importante para la futura administración de Andrés Manuel López Obrador de 1 de julio.

Más allá de eso Pompeo como antes el propio Trump auguró una muy buena relación con el futuro presidente, tendremos que ver cómo evolucionan las cosas una vez Andrés Manuel asume el poder. Por ahora, Pompeo y sus compañeros han recibido un documento con los capítulos principales que la próxima administración espera discutir con sus contrapartes en la Casa Blanca, donde la seguridad, la migración y ALE se distinguen.

Las reuniones tuvieron lugar en la carpa de López Obrador enmarcó los encuentros con una imagen, no muy buena pero muy sugerente, de Benito Juárez . Andrés Manuel mismo ha recordado la relación de Juárez una de sus personalidades, con el [República de] gobierno republicano Abraham Lincoln . Eran de otros tiempos: México y Estados Unidos estaban en guerra civil, uno con los conservadores y luego en contra de la intervención francesa, los otros entre el norte y el sur del país, con el l '. la esclavitud como argumento y el miedo al dominio europeo en general

Quién sabe cuál será la relación con la administración de Trump . El presidente estadounidense es imposible de controlar y la mejor demostración es el desafortunado espectáculo diplomático que tiene lugar en Europa en estos días. Pero en las propuestas de López Obrador hay un capítulo que será central en su política interna y que ha sido de gran interés estadounidense durante décadas: el Corredor Transístmico entre Salinas Cruz y Coatzacoalcos. El mismo corredor que fue el corazón del tratado McLane-Ocampo firmado por el gobierno de Juárez se refugió en medio de la guerra civil contra los conservadores de Veracruz, con el presidente James Buchanan predecesor de Lincoln .

El tratado fue criticado en ese momento porque parecía leonino, pero, de hecho, lo que proponía era establecer un corredor entre las costas. Oaxaca y Veracruz que permitirían el rápido paso de mercancías y en este contexto también tropas. Este proyecto, rechazado en ese momento por el senador de los Estados Unidos, siempre ha estado en las oficinas de los gobiernos de México y los Estados Unidos.

Fue uno de los principales proyectos a largo plazo del gobierno de Miguel de la Madrid pero en medio de su terrible relación con el Presidente Reagan y la crisis interna misma fue imposible avanzarlo. Tenía más que el presente Carlos Salinas de Gortari que no se fue hasta el final de la negociación del TLC. Cuando entró en vigor fue un tema clave de la propuesta de Luis Donaldo Colosio pero la muerte y luego la crisis de diciembre de 1994 lo dejaron en el olvido. Los sucesores de Ernesto Zedillo Vicente Fox y Felipe Calderón también tenían este proyecto en sus manos. Finalmente, Peña Nieto le dio luz verde con la creación de la Zona Económica Especial entre Salinas Cruz y Coatzacoalcos. Pero fue entre la oscuridad, creo que siempre tuve miedo de no tener suficiente espacio político para emprender ese trabajo con todas sus implicaciones. López Obrador cree que no tiene ninguno de estos obstáculos y que se embarcará plenamente en la implementación de lo que será su mayor proyecto de infraestructura. sexenal.

Se trata de establecer un área de libre comercio en cada uno de los extremos del corredor, con una línea de ferrocarril moderna (la actual no está en condiciones adecuadas ni un desarrollo poderoso en las áreas del Golfo de Tehuantepec para consolidar su uso) y un camino paralelo que conduce desde el Atlántico al Golfo de México en unas pocas horas. Es un proyecto que volará todo el desarrollo de la región.

Pero también, aunque no te digo abiertamente, es muy importante en términos de geopolítica y seguridad nacional. Este corredor se convertiría en un hecho en un borde sur "físico", mucho menos permeable que Suchiate. Cuando hablamos de controlar la frontera sur, ya sea en términos de migración o de mera seguridad, estamos hablando de eso: crear un límite que podría controlarse físicamente . Y es precisamente la gran demanda del gobierno Trump sobre el tránsito de personas desde América Central

. Pero también crearía una fuerte tensión en Chiapas, Campeche, Tabasco y parte de Quintana Roo. Por esta razón, como parte de la misma estrategia, estamos hablando de un proyecto de desarrollo específico para esta región que equivale a una especie de Plan Marshall que le permitiría desarrollarse con un fuerte margen de autonomía sobre al resto del país. Siempre se ha temido con este proyecto de dividir a México: la única forma de evitarlo es garantizar un crecimiento y desarrollo real y autónomo para esta región.

Otra pregunta permanece sin resolver. Para hacer esto, las demandas de las comunidades indígenas y campesinas de la región deben ser atemperadas integrándolas en estos patrones de desarrollo. Hasta ahora, nadie ha tenido éxito: López Obrador cree que puede hacerlo, pero gran parte de su legitimidad política también se cumple. Este es su mayor desafío y su mayor oportunidad.

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