Jaime Munguia ratifica antes de Liam Smith con victoria y graduación



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Para Jaime Munguia, fue la pelea más dura y complicada de su carrera y donde jugó mucho más que un campeonato. No se trataba solo de conquistar al ex campeón mundial Liam Smith. También tuvo que derrotar a los escépticos, derrotar a todos los que gritaban en el cielo cuando salió de la nada como un posible rival de GGG y luego de Saddam Ali.

Y lo tuvo de la mejor manera, contra un oponente que vino a dar la guerra y recurrió a todos los recursos de su mejor experiencia para recuperar el cetro OMB de 154 libras. De esta "pesa" surgió una pelea, a veces épica y que permitió confirmar de qué está hecho Munguia. Pura "raza" mexicana.

Esto no es una exageración. El boxeo mexicano se alimenta emocionalmente de esta clase de expositores: duros, fajadores, que resisten los golpes, que ejercen una presión asfixiante, que hacen golpes a cualquier distancia y con esfuerzo para superar todas sus fallas. Porque Munguia tiene debilidades, especialmente defensivas. Pero en este tipo de dinamita que pesa para ganar grandes guerras, Jaime Munguia parece tener reservas inagotables.

¿CÓMO GANO? ¿POR QUÉ GANO?

La pelea comenzó tan complicada como habíamos anticipado. Liam Smith era un rival adecuado para esta etapa de su carrera, lo que le permitió mostrar lo que estaba haciendo. Algo que no se pudo ver antes de Saddam Ali.

Smith comenzó la pelea usando el jab, mientras tanto, retrocediendo y aprovechando la confusión mexicana sobre el estilo de boxeo para usar en su ataque. Trató de imponer su actitud, pero no encontró la distancia y falló mucho. Le tomó a Munguia dos o tres entradas adaptarse y acostumbrarse al tipo de boxeo de su rival, algo presumiblemente también en el anterior.

Durante la primera mitad de la pelea, el británico logró controlar la pelea y aprovechar las debilidades del oponente. Munguia es lenta, cuando ella falla, está expuesta, en general no se cierra bien y recibe muchos golpes. Cuando presionas el ritmo, te vuelves desorganizado y pierdes el equilibrio. En estos casos, absorbe muchos golpes, algo que parece compensar todo: asimilar mucho y un rival que aún no se ha definido, como fue el caso de los británicos, no representa un peligro mayor.

En la sexta ronda, hubo una caída de Liam Smith, en parte, producto de su confianza para ir a pelear por su mexicano. Desde ese momento, cambio completamente el dibujo de la pelea. El mejor Munguia fue visto del sexto al noveno. Este asalto (el noveno) puede estar entre los candidatos para el mejor asalto del año, tuvo momentos épicos. Allí, hemos visto que los mexicanos a veces se convierten en una máquina para lanzar golpes, hasta el punto del agotamiento y ceder la iniciativa al rival.

El disparo en la zona media de Smith fue el gran culpable del mejor ataque de Munguia. De los 837 tiros que disparó en la pelea, 586 fueron golpes de poder y de ellos, 71 fueron al cuerpo, tiros duros en la zona central que destruyó a Smith.

Los británicos fueron meritorios, brilló en la actuación del mexicano de su entrega y su corazón. Pero con eso no llega a un rival más fuerte y con tanta habilidad para golpear.

LAS CUESTIONES ESENCIALES

El propio mexicano en sus declaraciones en el anillo reconoció que Liam Smith "tomo el verde" y aceptó humildemente que necesita para adquirir experiencia. Prometió mejorar sus fallas para la próxima pelea y ese es un punto a su favor. Para resolver problemas, primero debes aceptar que existen.

En su caso, el mayor problema es la defensa y el segundo la administración de su tren de batalla. Defensivamente Munguía sería réprobo en todas las materias. Es lento para bloquear y cuando se cierra, es una imperfección pura, que agrega la lentitud con que lo hace. Tampoco sincroniza sus movimientos, permaneciendo, durante segundos cruciales, totalmente estático cuando falla o después de una secuencia de disparos.

Su asimilación lo resuelve todo, pero ante un buen rival que puede ser suicida.

En su tren de batalla, por otro lado, no es una mejor administración. Lo vimos cansado después de presionar en uno de esos momentos en que tiró todo lo que tenía. La mayoría de los golpes de poder, que buscan más para golpear, pero no todos los impactos bien dirigidos y efectivos.

Al final de estas secuencias, el disparo aéreo, se agotó y a veces era vulnerable al impacto del oponente. Estos problemas necesariamente deben funcionar con la calidad de sus próximos rivales y especialmente golpearlos, tal vez más que Liam Smith

LA GRADUACIÓN MEXICANA

Más allá de estos defectos, Jaime Munguia ya tiene varios títulos en sujetos que pasaron el examen este sábado con excelentes calificaciones. La falta de miedo escénico, el poder de su mecanografía, el corazón guerrero, la emoción emocional que pocos poseen en el boxeo en el nivel superior y, sobre todo, la madurez mental que transmite a su hijo de 21 años.

Este joven le sucedió de una manera vertiginosa. Todo durante este 2018. Ha pasado de una perspectiva con mucho futuro a un posible rival de GGG, algo que ha hecho llorar a muchos en el cielo. Luego vino esta oportunidad del cielo a Saddam Ali y primero esta defensa contra un ex campeón que entre sus rivales tenía nada menos que Saúl "Canelo" Álvarez.

Pocas personas a su edad podrían asimilar tan naturalmente la velocidad que este destino ha planteado tantos desafíos en tan poco tiempo. Él los ha conquistado y está en la carrera por grandes cosas. Tiene la humildad de quien respeta cada paso, posee las cualidades naturales de los grandes campeones que el boxeo mexicano le ha dado y la ambición en la forma de un sueño de novato que cree en él y no lo hace no asusta las guerras que le esperan en el camino. Hay un largo camino por recorrer, afortunadamente, y definitivamente todos disfrutarán de esta aventura.

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