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Los estadounidenses pronto podrán comprar medicamentos para reducir el colesterol y otros medicamentos recetados sin consultar a un médico, lo que podría representar un cambio drástico en la forma en que los pacientes acceden a tratamientos para enfermedades crónicas.
LOS HECHOS
Cerca de 75 millones de estadounidenses, o uno de cada tres adultos, tienen presión arterial alta, aunque solo la mitad de ellos tienen una enfermedad controlada.
Una propuesta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ayudaría a las empresas a pensar sobre cómo pueden solicitar la aprobación de este tipo de ventas de medicamentos, lo que ayudaría a reducir el costo de la atención médica. El objetivo final es modernizar el marco regulatorio para medicamentos de venta libre y facilitar un mercado más competitivo, un mejor acceso a productos médicos, facultar a los consumidores en sus decisiones de atención médica y ofrecer opciones más asequibles. Los estadounidenses.
Se espera que la nueva regulación de la FDA esté lista el próximo año. Cabe señalar que esta medida no debe mover los medicamentos recetados al estado "sin receta".
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