[ad_1]
El cofundador de Microsoft, Paul Allen, falleció el pasado 16 de octubre y no deja herederos para su fortuna. El visionario, que fue compañero de Bill Gates, nunca se casó ni tuvo hijos.
Deja como herencia dos de los mayores yates del mundo, mansiones, aviones de guerra y obras de arte. Hasta el momento no se conocen detalles de dónde irá toda esa fortuna que colocaba a Allen en el puesto 44 de la lista de los multimillonarios de Forbes.
PUEDES VER: Ley de negociación colectiva salarial beneficiará a 300 mil servidores públicos
Sin embargo, existen algunas señales que ayudarán a descifrar el dilema. En vida, Allen fue uno de los firmantes de la iniciativa Giving Pledge, la cual lanzó Bill Gates en el 2010. Siendo un hombre filantrópico, éste destinó la mitad de su fortuna para estas acciones. Es por ello que se espera que su herencia sea destinada para los mismos fondos.
Durante su vida, también donó cerca de 2.300 millones de dólares a proyectos de salud, la educación, las artes, ecología y la investigación de la inteligencia artificial. Es por ello que los activos probablemente se venderían para luego destinarlo a la caridad.
Source link