Trump quiere eliminar tratado nuclear, Europa no está apurada



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(Bloomberg) — Hace dos años, le preguntaron al presidente ruso, Vladimir Putin, si el tratado de 1987 que prohíbe a Rusia y Estados Unidos tener misiles nucleares de mediano alcance que se lanzan desde tierra tenía algún valor. La respuesta, en esencia, fue no.

Ese intercambio está grabado en la memoria del politólogo Samuel Charap, de Rand Corp., entre otras cosas porque Putin comenzó su respuesta preguntando si Charap era un espía.

Ahora que EE.UU. anunció que abandonará el Tratado INF (por las siglas en inglés de Intermediate-Range Nuclear Forces Treaty), lo que justifica con violaciones cometidas por Rusia, el incidente también arroja una luz escéptica sobre las manifestaciones de indignación del Kremlin. Si los halcones de ambos lados consideran que el tratado está obsoleto, probablemente esté condenado, y esa es una posibilidad preocupante para los defensores del control de armas y también para los Gobiernos europeos.

Como dos de los cuatro principales tratados de control de armas ya se han anulado y un tercero debe renovarse en 2021, eliminar el acuerdo INF podría hacer que la seguridad de Europa en particular regrese a los años previos a la detente de la Guerra Fría.

En aquel entonces “había sistemas de aviso de corto plazo y desconfianza en ambos lados”, dijo Tom Plant, un exespecialista en las instalaciones de diseño de ojivas nucleares del Reino Unido que hoy es director de políticas nucleares y de proliferación en el Royal United Services Institute, un think tank de Londres. Volver a un mundo sin controles armamentísticos sería “terriblemente peligroso”.

Consultas

El asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, dijo que el país consultará con los aliados antes de retirarse del tratado, aunque no dejó dudas sobre la intención del Gobierno de Trump de abandonarlo.

El Tratado INF es único entre los acuerdos de control de armas por varios motivos. Fue el primero en eliminar una clase completa de armas y fijar procedimientos de verificación intrusivos. Pero igualmente inusual fue que los más afectados por su adopción y posible eliminación, los países que se encuentran entre la frontera de la antigua Unión Soviética y el Océano Atlántico, no fueron signatarios. En consecuencia, tienen poco que decir en cuanto a su destino.

Hoy no está claro qué país europeo estaría dispuesto a albergar los misiles que EE.UU. querría desplegar. Cualquier intento podría crear profundas tensiones transatlánticas, que recuerdan la crisis de los misiles Pershing en la década de 1980, cuando la vista de misiles nucleares estadounidenses desplegados por las aldeas alemanas provocó protestas.

Incluso si no se regresa a la década de 1980, la anulación del Tratado INF creará fricciones entre EE.UU. y sus aliados de la OTAN porque estos creerán que Washington sacrifica los intereses de seguridad de Europa para mejorar su propia posición en Asia, según Kori Schake, exfuncionario del Pentágono y del Departamento de Estado durante las presidencias de George W. Bush y Obama. EE.UU. se verá “obligado a debatir si está dispuesto a aumentar los riesgos para Europa con el fin de influir sobre el auge de China”, dijo. “Así lo entenderán los europeos, y por cierto no se equivocan”.

Nota Original:As Trump Moves to Scrap Nuclear Treaty, Europe Asks Why So Fast?

–Con la colaboración de Stepan Kravchenko y Ilya Arkhipov.

Reportero en la nota original: Marc Champion en London, [email protected]

Editoras responsables de la nota original: Rosalind Mathieson, [email protected], Alan Crawford

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