Un doctor en psiquiatría propone una mirada diferente a la adicción



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La experiencia de casi 20 años en el campo de la psiquiatría le dio la seguridad al doctor Robert Moran para aventurarse a crear el “Family Center for Recovery”, un lugar donde, desde una perspectiva diferente, puede atender adolescentes y adultos con trastornos de salud mental y abuso de sustancias.

Bajo la premisa de que el abuso de sustancias nace de una condición crónica, la meta del programa que creó Moran, hace ocho años, es que los pacientes lleguen a una etapa de remisión y se mantengan en ese nivel. No todos lo logran, admite el psiquiatra estadounidense, pero sí la mayoría.

No siempre los cambios en el cerebro son reversibles. Es como un derrame cerebral, algunos (pacientes) se recuperan completamente (de los efectos físicos), otros parcialmente y otros no”, dijo.

Consciente de las consecuencias que pudo causar el huracán María sobre personas con adicciones o con condiciones mentales, el galeno resaltó la importancia de aumentar su resiliencia para que posean las herramientas y así afrontar con más fuerza las consecuencias de una emergencia de esta naturaleza.

Hay que identificar otras enfermedades que los hacen vulnerables, como trastornos de ansiedad y de estados de ánimo, y tratarlos con agresividad para que lleguen a remisión y tengan más capacidad para tolerar factores estresantes”, reiteró.

Moran es orador invitado en el simposio que celebrará hoy el capítulo local de la Asociación Americana de Psiquiatría bajo el título “After the Storm: Surviving with Mental Illness”.

El mayor efecto en el cerebro, durante un huracán, es el miedo de no saber qué le va a pasar a la persona, si va a morir. El grado de resiliencia tiene un factor genético y también de su desarrollo temprano sobre cómo manejar eventos estresantes. En personas que no tienen una resiliencia saludable puede aumentar el trastorno de estrés postraumático. Entre los que padecen condiciones mentales, como trastornos de estados de ánimo, ansiedad y adicciones, puede haber una exacerbación. Entre aquellos que están en recuperación, hay un riesgo de una recaída”, manifestó.

Sobre el centro que creó y dirige desde 2010, Moran dijo que se diferencia de otros lugares similares en que su tratamiento se enfoca en “medicina basada en evidencia”. Además de resaltar el apoyo de la familia y seres queridos del paciente, Moran explicó que cuenta, además, con entre 15 y 25 residentes de psiquiatría de escuelas de Medicina de varios puntos de Estados Unidos que lo ayudan a facilitar la comunicación con los pacientes.

“Son mis ojos. Esa comunicación y ‘awareness’ de (saber) lo que pasa todo el tiempo hace que nuestra calidad de tratamiento sea efectiva y tomemos las mejores decisiones clínicas. Ahora mismo tenemos 80 pacientes en el programa y estoy constantemente informado de todo. En otros tratamientos no tenía tanto acceso de información (del paciente). Eso facilita el diagnóstico y que el tratamiento sea el apropiado”, indicó.

Por otra parte, el galeno resaltó que Puerto Rico tiene la prevalencia más alta de esquizofrenia a nivel nacional: un 2% a 3% de la población general.

También advirtió de la epidemia de opioides que se vive en Estados Unidos, y señaló que la raíz de esta situación es la cantidad de personas que hacen mal uso de narcóticos contra el dolor en busca de una sensación de euforia.

“Es importante que los médicos les pregunten a sus pacientes sobre el uso de sustancias. Me preocupa la renuencia de colegas en tratar la adicción, una enfermedad fuerte que hace al paciente feo y deshonesto, pero también muy gratificante (con sus progresos)”, dijo.

En cuanto al cannabis medicinal, Moran mostró cautela, ya que “hace falta más investigación sobre su uso médico”, así como de las contraindicaciones que este producto tendría con otros fármacos que el paciente pudiera estar tomando a la vez.



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