Una historia personal y colectiva sobre la experimentación farmacéutica en personas



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En Argentina no hay desarrollo de investigación en la Fase I. Si hubiera, los participantes no podrían beneficiarse porque en el país está prohibido compensar económicamente sujetos de experimentación. En otros, como en los Estados Unidos, la participación en los estudios de Fase I está tan estandarizada que es común ver carteles en las vías públicas que piden participar a cambio de una tarifa. un salario. La segunda etapa, la fase II, se realiza con un pequeño número de personas afectadas por la enfermedad para cuyo tratamiento se está desarrollando la droga. La Fase III se realiza con los mismos parámetros pero con más personas, posibles beneficiarios del nuevo medicamento. Los laboratorios se prueban simultáneamente en diferentes poblaciones, con diferentes entornos, etnias y genotipos. Aquí, el móvil de las personas involucradas es más obvio: pacientes que no muestran una evolución satisfactoria con el fármaco existente. Estas personas esperan curarse o mejorar su calidad de vida a cambio de un tratamiento gratuito y personalizado. Se ponen en peligro, pero su salud ya está deteriorada incluso sin someterse a la experiencia.

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