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El rito del anillo de compromiso no pasa de moda. Meg Ryan lo ratificó ante medio mundo, con un tierno dibujo en Instagram.
La actriz de 56 años (recordada por su cara angelical en películas como Un ángel enamorado, Sintonía de amor y Tienes un e-mail) oficializó una relación que atravesó sinsabores, pero a la que finalmente apostó.
Campanas de boda para Meg y el rockero John Mellencamp. Ella subió a Instagram un dibujo de trazo infantil en el que anuncia que están comprometidos. En la caricatura, ambos sostienen un anillo.
De los 395 mil seguidores de Meg, ya más de casi 26 mil pusieron “Me gusta” a la tierna publicación.
Fue en 2011 la primera vez que se relacionó a Ryan con Mellencamp, pero tres años más tarde rompieron. En 2017, la pareja se reconcilió.
Ryan y John Mellencamp en un partido de básquet. (AP).
Este será el cuarto matrimonio con Mellencamp, quien estuvo casado con Elaine Irwin, Victoria Granucci y Priscilla Esterline.
Por su parte, Ryan estuvo casada con Dennis Quaid, con quien tiene un hijo de 26 años, Jack.
El cariño y las felicitaciones del público no borran la gran herida de Meg. Hace dos años había sufrió la despiadada crítica popular por su transformación facial y su negación a envejecer.
Meg Ryan en su famosa escena del orgasmo fingido en “Cuando Harry conoció a Sally”.
Ryan, de las mujeres preferidas de las comedias románticas de Hollywood, supo lucir en pantalla grande esa cara de niña y esos rasgos perfectos. Años después intentó recuperar algo de esa juventud -quirófano mediante- y fue destrozada.
“Si Harry volviese a encontrarse con Sally, él no la reconocería”, se leía en los “memes” virales en las redes sociales (recordando a la protagonista de Cuando Harry conoció a Sally).
Antes y después. Su dulce rostro quedó en la historia de las comedias románticas, cuando todavía no se había tentado con los quirófano.
“Poco queda de los delicados labios y finas líneas de expresión de la ex de Quaid, porque parece haberse inyectado tanto botox que ha perdido su mágica naturalidad, incluso al hablar”, publicó El Mundo de España.
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