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Santiago de Chile, 14 nov (PL) Hizo del bolero su religión y adquirió fama lo mismo en Cuba que en México, pero todavía llegó más allá en Estados Unidos, hasta convertirse él mismo en icono: Lucho Gatica, un adiós que marca el luto en su natal Chile.
Se quedó con el Lucho Gatica para siempre y llegó al firmamento de diversas formas.
‘A mi papá lo quieren en Cuba, lo quieren en España, lo quieren en Brasil, en México y en tantos países, pero por supuesto que este cariño chileno es diferente y especial para él’, destacó su hija mexicana Juanita Gatica Cortés.
Chile lo venera hoy con el decreto de duelo duelo oficial anunciado por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien se sumó a los elogios a uno de los mayores embajadores de la música latinoamericana en el mundo.
‘Hemos decretado este día de duelo oficial por la muerte a los 90 años de nuestro gran Lucho Gatica. Rancagüino, el rey del bolero, nos llenó de emoción y orgullo con su música en todo el mundo’, escribió Chadwick en Twitter.
Ganador del Grammy Latino a la Excelencia en 2007, en su natal Rancagua, centro de Chile, fue develada una estatua de bronce en el Teatro Regional con su figura y la de su hermano Arturo.
Su último disco, Historia de un amor, data de 2013. Hizo dúos nada menos que con la italiana Laura Pausini, la luso-canadiense Nelly Furtado y el canadiense Michael Bubblé, entre otros.
Pero mucho antes, Lucho Gatica se convirtió en imprescindible de los románticos de las década de 1950 y 1960 con éxitos como Piel Canela, Contigo en la distancia, Bésame mucho, El reloj, No me platiques más y el clásico chileno Yo vendo unos ojos negros.
En enero de 2008 fue incluido en el Paseo de la Fama de Hollywood, con la estrella número 2354. Tuvo tres matrimonios, el más reciente con Leslie Deeb. Dejó siete hijos y 11 nietos.
Para consolidar su fama también en el mercado anglófono, llegó a alternar en Estados Unidos, donde se radicó después de su primer divorcio, nada menos que con Elvis Presley y Nat King Cole.
La municipalidad de Rancagua decretó tres días de duelo comunal por el deceso del cantante. Le decían Maestro del bolero, y para sus admiradores lo que más resaltaba era su timbre suave y seductor.
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